A Julieta
Cuando me ves a los ojos, te percatas de mi deseo innato de follarte, joderte el coño, sin embargo, respondes con preguntas tan estúpidas, y tu cara me dice; “¿por qué me la quieres meter?” Con ese tipo de preguntas me sorprende que estés en el nivel que estás, eres arrogante, en fin, una perfecta hija de puta, crees que apagas la lumbre a pedos, al menos a mí no me das ese gusto que a la mayoría de falos que persiguen tus carnes, no me impactas, tienes unas enorme “tetas”, ¿y de qué me sirve? ¡Soy intolerante a la lactosa! Sinceramente los pechos no me excitan tanto. No sé si imaginas por mi mirada, bueno, lo sé, no te das cuenta, soy un sodomita experimentado, no cuentas con las nalgas suficientes como para levantarme el muerto, solo quiero follarte por el simple hecho de desgarrarte el culo.
Una de mis compañeras ha dicho que tienes cuerpo perfecto, “es una mujer que trae babeando a muchos,” en verdad que a mi no, por eso me he propuesto follarte, sólo por joderte, sangrarte el orificio, hacerte sentir que cagas para adentro.
Siempre pones cara de ignorar lo que quiero, quizá creas que te voy a pedir de favor que me pulas el falo, y ¡no!, nunca lo haría, puede ser que algún día te invite a comer, luego te lleve a coger, ya alcoholizada tendrás el culo más relajado, así no tendrás que sufrir tanto, pero de cualquier manera te sentirás empalada. Espero con ansia que me cagues el palo, luego obligarte a chupármelo, para que comas de tu propia mierda, así te darás cuenta de que eres igual a las demás, puede ser que así dejes de ser tan creída y ¡pongas los putos pies en la tierra!
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